sábado, 21 de noviembre de 2015

Comentario a un artículo de José Antonio Marina

Aquí va mi comentario al artículo publicado por José Antonio Marina en "El Confidencial" en torno al Máster de Formación de Profesorado. Como a buen seguro sabréis, al profesor Marina se le ha encomendado la redacción del "Libro Blanco de la Educación" que debe recoger diagnósticos y soluciones para el sistema educativo español. Será uno de los documentos de debate en las próximas elecciones generales.

"Escribo en calidad de profesor en un Máster de Formación de Profesorado y también como Vicedecano de mi facultad. Puedo compartir muchas de las opiniones del Sr. Marina, pero no el sentido general que se extrae de la lectura del artículo.
La universidad tiene muchos matices; al menos en mi facultad, que por cierto se situa en torno al puesto 50 en el ranking QS -mejorando notablemente las calificaciones de mi propia universidad- lo que existe es una cierta tensión o contradicción entre profesores que desean ser mejores y otros que todavía piensan en términos casi decimonónicos. Por cierto, cuando digo profesores que desean ser mejores lo hago también están realizando un notable esfuerzo para formarse como docentes. Mi facultad no es "Educación", pero vamos sabiendo ya qué es el "aprendizaje-significativo" y comenzamos a entender que nada mejor que el "aprender haciendo". Lo mismo se puede decir del MFP, donde hay un poco de todo. Por ello, comparto alguna de las críticas del Sr. Marina pero con un matiz: no desdeñemos todo lo que se hace en la universidad, incluso desde un plano docente, porque eso no deja de ser una generalización que esconde multitud de matices que, al menos en mi Facultad, ya no son meras excepciones"

domingo, 15 de noviembre de 2015

Historia y enseñanza de la Historia (entrada publicada en MFP)

Los contenidos históricos nunca son neutros. Reconforta que un dirigente político señale que "España es la nación más antigua de Europa" y que otros entiendan que la "Guerra de Sucesión constituyen una rebelión catalana frente a la imposición española" porque demuestra que el estudio del pasado es importante y es algo vivo. Pero no es algo neutro ni objetivo. Nuestra visión del pasado tiene raíces profundas, mucho, con un andamiaje propio del siglo XIX que en algún caso todavía hoy puede ser rastreado en manuales, libros de texto o series televisivas.
A principios del siglo XIX nuestro país, como otros muchos, estaba en plena fase de construcción del Estado-Nación. Para ello se tuvo que proyectar una visión del pasado en el que "España" fuese un sujeto único y unido frente al "extranjero", que en términos historiográficos se identificaba con los Autrias y Carlos V. De ahí que los comuneros fueses el último conato de defensa de la libertad frente al invasor y opresor extraño. Ahora eran ellos, los liberales, quienes se autoproclamaban herederos de aquellos "héroes" que se defendían frente al despotismo. Así, el Estado-Nación tenía sus precedentes, su alma histórica, y ahora se trataba simplemente de recuperarla.
Con el paso de los decenios, y principalmente desde época de la Restauración, esta visión convivió con otra de corte conservador (canovista), donde Carlos V y Felipe II era entendidos como la mejor expresión de lo español por haber llevado el imperio hasta tierras ignotas y por haber defendido el catolicismo, religión única y superior. Recordad que en aquellos momentos, hacer política era hacer historia. Y viceversa.
Así entendemos mejor las posiciones de la historiografía franquista, cuando los términos de imperio, religión, heroicidad, españolidad, etc. pasen a ser dominantes durante varios decenios. Se trataba, por supuesto, de reivindicar los grandes hechos de armas españoles, en común conexión con la defensa del catolicismo, como una suerte de relación directa entre los mismos y la propia figura de Franco. Piénsese que la legitimidad del Sr. Generalísimo era muy débil en tanto había roto con la República y con la Monarquía, de modo que necesitaba recordar y ensalzar lo español, lo católico, la nación, etc. como señas de una identidad patria de la que él era el mejor defensor.
El panorama comenzó a cambiar con la llegada de la democracia, con precedentes muy claros de algunos años antes (no olvidéis que incluso en el franquismo más rancio existieron historiadores excepcionales que rompían la visión que apuntaba con anterioridad). Annales comenzó su definitiva entrada en España, aunque obviamente de modo tardío y parcial. Braudel, Chaunu, Duby, etc. ya no eran referencias extrañas. También hubo importantes estudiosos que abrazaron el marximo histórico.
A partir de ahí comienza una magnífica etapa para la historiografía española, que desde los años 80 se integra en las líneas más actuales a nivel internacional. Obviamente los avances tardaron y siguen tardando en llegar a las aulas, donde en buena medida continuaron primando métodos memorísticos sobre, eso sí, contenidos nuevos.

Bibliografía recomendada:

1. ARÓSTEGUI, Julio, La investigación histórica: teoría y método, Barcelona, Crítica, 1995.

2. HERNÁNDEZ SANDOICA, Elena, Los caminos de la Historia. Cuestiones de historiografía y método, Madrid, Síntesis, 1995

2. MORADIELLOS, E., Las caras de Clío. Una introducción a la historia, Madrid, Siglo Veintiuno, 2001.


No seáis tímidos a la hora de comentar la entrada, sin que necesariamente tengáis que estar de acuerdo con ella. También subiré a Campus Virtual una conocida reflexión de R. Carr sobre teoría de la Historia.

jueves, 16 de julio de 2015

Escuela de Verano Complutense (16 de julio de 2015)

La clase de hoy es diferente. Los estudiantes tienes orígenes distintos, no son alumnos españoles a los que acostumbro a dar clase. Pero lo realmente distinto es que estamos aplicando hasta el último extremo los criterios del "aprender haciendo". No se han explicado cómo hacer vídeos... y los alumnos, grupalmente, se han atrevido a crearlos. Me apasiona comprobar como, ante retos similares, los productos son distintos. Una presentación, un vídeo que busca anclarse en el fundamento teórico y otro, quizás más libre. Lo mismo da, son productos vivos, frutos de una experiencia que seguro que todos recordaremos en el futuro.

En cualquier caso, si me tuviese que quedar con algo es con la sensación de libertad que transmiten los estudiantes cuando trabajan de este modo. De libertad y de compromiso, también de gozo. Hay risas, tomas falsas, momentos distendidos e instantes en los que están aprendiendo a un ritmo que nada tiene que ver con el de una clase "tradicional".

Gracias, chico/as de la Escuela Complutense de Verano, por estas maravillosas nueve horas que vamos a estar juntos.

jueves, 23 de abril de 2015

Reflexión de Jaime Arias

Jaime Arias, alumno del Máster de Formación de Profesorado en la UCM, nos deja esta interesante reflexión sobre teoría y práctica de la Educación desde su experiencia en un instituto en Pinto.

"No supone ninguna novedad decir que las Prácticas son la parte más importante del Máster del Profesorado. No solo por el hecho de que nada se aprende de verdad hasta que se hace, ni por la experiencia que supone el contacto con el día a día de un centro escolar, de una clase y de la rutina de un profesor. Además de todo eso, las Prácticas del Máster de Formación del Profesorado son un trago de realismo, una forma de poner los pies en la tierra y anclar a la solidez diaria los ligeros conceptos teóricos que cada uno puede haber recibido. 

No es hasta que se entra en una clase que se le encuentra el sentido a la pedagogía: no la utilidad o el beneficio que supone, sino las posibilidades reales de llevarla a cabo, su necesidad y su buen tino. Los principios pedagógicos pierden todo sentido si se desligan del aula, y solo desde esta se pueden comprender. Los más aéreos constructos son tan inútiles como la falta absoluta de programación. 

De esta forma, las Prácticas enseñan al aprendiz de enseñante cómo debe actuar en un aula, cómo debe pensar y cómo debe interpretar la teoría. La teoría sin práctica se limita a flotar sin forma y sin destino: solo desde la vida docente puede pensarse la docencia. 

Por ello, creo que la función principal de las Prácticas consiste en la oportunidad de abrir los ojos a qué se puede y qué no se puede hacer en la enseñanza, cómo se puede cambiar y cómo se puede mantener lo establecido. Si la pedagogía marca el camino, y la moral propia el destino a alcanzar, es la práctica docente la que fija la velocidad del trayecto. 


Uno no puede plantearse la enseñanza hasta haber enseñado, no puede intentar cambiar lo que nunca ha intentado ni puede defender algo de lo que no forma parte. La práctica te da peso moral para mostrar tus reflexiones, pero sobre todo te da asuntos sobre los que reflexionar"

domingo, 19 de abril de 2015

Resistencias Culturales a la Innovación en la Enseñanza (breve reflexión)

Hace algún tiempo que me planteo esta pregunta. Sabemos que las nuevas formas docentes que buscan hacer de la clase un espacio más horizontal, basado en la práctica, con un nuevo papel del docente, etc. funcionan... pero ¿por qué cuesta tanto lanzarse a la piscina? ¿Qué resistencias culturales tenemos en nuestro entorno que hacen que muchos colegas sigan anclados en las clases de siempre? ¿No estaremos creando con ello diferencias y desigualdades entre la enseñanza pública y privada, especialmente en los primeros niveles educativos?

Es evidente que para pasar a un nuevo marco en la clase hay dos factores: primero, conocerlos y segundo, atreverse a hacerlo. Últimamente pienso que hay más problemas en este último que en el primero. Al final, no son pocos los profesores que identifican la innovación educativa con "videojuegos", "entretenimientos para los chico/as" o con "ocurrencias que hoy están de moda".
Y no, sabemos que poner en marcha nuevas formas de impartir clase está relacionado con dos cuestiones: primera, que aprenden más y mejor. Segundo, los estudiantes lo están pidiendo a gritos. Basta con preguntarles, con pasarles encuestas o dejarles un blog para que se expresen sus opiniones. Lo mismo da una asignatura o el curso. El resultado es el mismo: valoran, desean y exigen sentirse útiles para ellos mismos, poder expresarse con una libertad que todavía no ha llegado masivamente a las aulas.

Entonces, si esto es así... ¿por qué todavía muchos docentes se resisten? En mi opinión, el marco de comodidad en el que estamos situados puede ser un factor pero no el único ni quizás el más importante. Tampoco las políticas educativas ayudan, al menos en Madrid. Y, al menos en mi opinión, también encontramos una resistencia cultural que al final identificar enseñanza tradicional=aprendizaje vs. innovación=entretenimiento.
Mientras sigamos en esta dinámica, será difícil lograr cambios generalizados en nuestro sistema educativo.

martes, 14 de abril de 2015

Jornada sobre Innovación Educativa en la UPM

Hoy hemos tenido una magnífica jornada en la Universidad Politécnica de Madrid. Este tipo de actividades son interesantes para reflexionar sobre nuestra práctica y para mejorarlas. Recordar lo vivido no sólo es recordar, también es aprender. Además ha sido muy emocionante volver a ver los vídeos de los alumnos y notar que son de interés para otros colegas. En fin, hoy es un día de estímulos que me reafirma en eso que genéricamente se denomina "innovación educativa". 

lunes, 6 de abril de 2015

Reflexiones de abril

Quizás porque mañana nos reincorporamos a las clases, hoy me he animado a escribir desde el corazón. Y lo haré, sencillamente, para expresar mi estado de ánimo en torno a esa pasión a las que algunos llaman trabajo (las clases, investigar, escribir, pensar, vivir). Acostumbro a ser de naturaleza optimista pero quizás ahora estoy en un período de mayor entusiasmo. Este curso 2014/2015 ha sido extraño. Por una parte, el retiro en la octava planta parecía algo así como una jubilación no deseada; repleta de proyectos y animoso con las clases, como siempre, pero aparentemente apartado de lo académico.
El primer cuatrimestre pasó entre las clases de Historia Económica -magnífico grupo- y las del Máster de Formación de Profesorado, con chico/as deseoso de ser buenos docentes.

De repente, casi sin saber cómo ni porqué, me he convertido en Vicedecano de Innovación y Nuevas Tecnologías. La experiencia está resultando ser magnífica. Dura en cuanto a trabajo a la par que enriquecedora. Por ello no puedo sino estar agradecido. El recibimiento del equipo decanal y contar con la ayuda de Felipe Hernando demuestra que mi facultad tiene un magnífico capital humano.
Ahora mismo, además, llevaré escrito como el 70% de libro que desearía acabar en no más de dos meses, a lo que se suma el proyecto con María Asenjo -gran profesional-, el seminario en la Universidad Europea de Madrid con mi fratello Alessandro Serio, un par de artículos y el comienzo de un nuevo libro. Roberto Carballo, Mercedes Valiente y el Grupo Prometeo forman parte de mi ethos; de algún modo son mi familia universitaria. Con ellos aprendo y disfruto, sabedor de contar con su afecto, ese que en algún caso no sentía en el despacho de la octava planta.

En fin, pido disculpa a los lectores por una entrada que en realidad, pensarán, sólo interesa al autor. Y es cierto, pero de algún modo necesitaba plasmarlo y compartirlo para que esté ahí en los momentos de menor entusiasmo.
Muchas gracias.