jueves, 23 de abril de 2015

Reflexión de Jaime Arias

Jaime Arias, alumno del Máster de Formación de Profesorado en la UCM, nos deja esta interesante reflexión sobre teoría y práctica de la Educación desde su experiencia en un instituto en Pinto.

"No supone ninguna novedad decir que las Prácticas son la parte más importante del Máster del Profesorado. No solo por el hecho de que nada se aprende de verdad hasta que se hace, ni por la experiencia que supone el contacto con el día a día de un centro escolar, de una clase y de la rutina de un profesor. Además de todo eso, las Prácticas del Máster de Formación del Profesorado son un trago de realismo, una forma de poner los pies en la tierra y anclar a la solidez diaria los ligeros conceptos teóricos que cada uno puede haber recibido. 

No es hasta que se entra en una clase que se le encuentra el sentido a la pedagogía: no la utilidad o el beneficio que supone, sino las posibilidades reales de llevarla a cabo, su necesidad y su buen tino. Los principios pedagógicos pierden todo sentido si se desligan del aula, y solo desde esta se pueden comprender. Los más aéreos constructos son tan inútiles como la falta absoluta de programación. 

De esta forma, las Prácticas enseñan al aprendiz de enseñante cómo debe actuar en un aula, cómo debe pensar y cómo debe interpretar la teoría. La teoría sin práctica se limita a flotar sin forma y sin destino: solo desde la vida docente puede pensarse la docencia. 

Por ello, creo que la función principal de las Prácticas consiste en la oportunidad de abrir los ojos a qué se puede y qué no se puede hacer en la enseñanza, cómo se puede cambiar y cómo se puede mantener lo establecido. Si la pedagogía marca el camino, y la moral propia el destino a alcanzar, es la práctica docente la que fija la velocidad del trayecto. 


Uno no puede plantearse la enseñanza hasta haber enseñado, no puede intentar cambiar lo que nunca ha intentado ni puede defender algo de lo que no forma parte. La práctica te da peso moral para mostrar tus reflexiones, pero sobre todo te da asuntos sobre los que reflexionar"

domingo, 19 de abril de 2015

Resistencias Culturales a la Innovación en la Enseñanza (breve reflexión)

Hace algún tiempo que me planteo esta pregunta. Sabemos que las nuevas formas docentes que buscan hacer de la clase un espacio más horizontal, basado en la práctica, con un nuevo papel del docente, etc. funcionan... pero ¿por qué cuesta tanto lanzarse a la piscina? ¿Qué resistencias culturales tenemos en nuestro entorno que hacen que muchos colegas sigan anclados en las clases de siempre? ¿No estaremos creando con ello diferencias y desigualdades entre la enseñanza pública y privada, especialmente en los primeros niveles educativos?

Es evidente que para pasar a un nuevo marco en la clase hay dos factores: primero, conocerlos y segundo, atreverse a hacerlo. Últimamente pienso que hay más problemas en este último que en el primero. Al final, no son pocos los profesores que identifican la innovación educativa con "videojuegos", "entretenimientos para los chico/as" o con "ocurrencias que hoy están de moda".
Y no, sabemos que poner en marcha nuevas formas de impartir clase está relacionado con dos cuestiones: primera, que aprenden más y mejor. Segundo, los estudiantes lo están pidiendo a gritos. Basta con preguntarles, con pasarles encuestas o dejarles un blog para que se expresen sus opiniones. Lo mismo da una asignatura o el curso. El resultado es el mismo: valoran, desean y exigen sentirse útiles para ellos mismos, poder expresarse con una libertad que todavía no ha llegado masivamente a las aulas.

Entonces, si esto es así... ¿por qué todavía muchos docentes se resisten? En mi opinión, el marco de comodidad en el que estamos situados puede ser un factor pero no el único ni quizás el más importante. Tampoco las políticas educativas ayudan, al menos en Madrid. Y, al menos en mi opinión, también encontramos una resistencia cultural que al final identificar enseñanza tradicional=aprendizaje vs. innovación=entretenimiento.
Mientras sigamos en esta dinámica, será difícil lograr cambios generalizados en nuestro sistema educativo.

martes, 14 de abril de 2015

Jornada sobre Innovación Educativa en la UPM

Hoy hemos tenido una magnífica jornada en la Universidad Politécnica de Madrid. Este tipo de actividades son interesantes para reflexionar sobre nuestra práctica y para mejorarlas. Recordar lo vivido no sólo es recordar, también es aprender. Además ha sido muy emocionante volver a ver los vídeos de los alumnos y notar que son de interés para otros colegas. En fin, hoy es un día de estímulos que me reafirma en eso que genéricamente se denomina "innovación educativa". 

lunes, 6 de abril de 2015

Reflexiones de abril

Quizás porque mañana nos reincorporamos a las clases, hoy me he animado a escribir desde el corazón. Y lo haré, sencillamente, para expresar mi estado de ánimo en torno a esa pasión a las que algunos llaman trabajo (las clases, investigar, escribir, pensar, vivir). Acostumbro a ser de naturaleza optimista pero quizás ahora estoy en un período de mayor entusiasmo. Este curso 2014/2015 ha sido extraño. Por una parte, el retiro en la octava planta parecía algo así como una jubilación no deseada; repleta de proyectos y animoso con las clases, como siempre, pero aparentemente apartado de lo académico.
El primer cuatrimestre pasó entre las clases de Historia Económica -magnífico grupo- y las del Máster de Formación de Profesorado, con chico/as deseoso de ser buenos docentes.

De repente, casi sin saber cómo ni porqué, me he convertido en Vicedecano de Innovación y Nuevas Tecnologías. La experiencia está resultando ser magnífica. Dura en cuanto a trabajo a la par que enriquecedora. Por ello no puedo sino estar agradecido. El recibimiento del equipo decanal y contar con la ayuda de Felipe Hernando demuestra que mi facultad tiene un magnífico capital humano.
Ahora mismo, además, llevaré escrito como el 70% de libro que desearía acabar en no más de dos meses, a lo que se suma el proyecto con María Asenjo -gran profesional-, el seminario en la Universidad Europea de Madrid con mi fratello Alessandro Serio, un par de artículos y el comienzo de un nuevo libro. Roberto Carballo, Mercedes Valiente y el Grupo Prometeo forman parte de mi ethos; de algún modo son mi familia universitaria. Con ellos aprendo y disfruto, sabedor de contar con su afecto, ese que en algún caso no sentía en el despacho de la octava planta.

En fin, pido disculpa a los lectores por una entrada que en realidad, pensarán, sólo interesa al autor. Y es cierto, pero de algún modo necesitaba plasmarlo y compartirlo para que esté ahí en los momentos de menor entusiasmo.
Muchas gracias.